Érase una vez Uga, una tortuga dormilona que vivía
todo el día lamentándose:
-¡Caramba, todo lo que hago me sale mal!.
Uga siempre llegaba tarde al bosque y
era la última en terminar sus tareas.
Un día, harta de las
riñas de sus compañeros, Uga decidió que tenía que cambiar.
Pero en lugar de empezar a trabajar, Uga
decidió dejar que los demás hicieran todo el trabajo por ella.
- ¿Para qué preocuparme si luego mis
compañeros harán el trabajo?
Mejor que me dedique a jugar y
descansar.
Y así fue como Uga no volvió a esforzarse por nada, y
a llevar una vida triste y aburrida.
Un día, Uga
conoció a una hormiga en su camino y se hicieron grandes amigas.
La hormiga, como buena trabajadora
que era, dio un consejo a Uga:
No me parece bien que dejes de
trabajar.
La
hormiga se subió a una piedra y le dijo:
Lo
importante de un trabajo no es terminarlo rápidamente, sino hacerlo de la mejor
forma posible.
Agradecida por los consejos de su amiguita, Uga le dijo:
Caramba, hormiguita, eso es lo que yo necesitaba
oír.
Te prometo que intentaré trabajar mejor de ahora en adelante.
Y fue así como Uga empezó a disfrutar de su trabajo y a sentirse cada día más feliz.
COLORIN COLORADO ESTE CUENTO A TERMINADO.
GRACIAS.
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